Aquel tipo tenía un tic, pero le faltaba un tac; por eso no era un reloj.
Roncar es tomar ruidosamente sopa de sueños.
Los nudistas llevan en la mano un diario por si llega una visita.
Los tornillos son clavos peinados con la raya al medio.
La gallina está cansada de denunciar en la comisaría que le roban los huevos.
Los ceros son los huevos de los que nacieron las demás cifras.
Tocar la trompeta es como beber música inclinando el codo.
Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de saludarte.
Ramón Gomez De La Serna
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